24-05-2015
Foto: Fanny Rebolledo, encargada de la Sala Infantil,
narrando un cuento a los Ratoncitos de Biblioteca
Por: Elizabeth Romero
Dos ratoncitos asustados y cansados por la carrera se detuvieron sobre un libro de coloridas imágenes que estaba abierto. Huían del gato Fanny, guardián de la biblioteca de su casa.
Para ellos el gato era un monstruo peludo con grandes patas y garras afiladas, con voz chillona y ojos penetrantes hasta los bigotes diminutos de su pequeña nariz. El gato conocía dónde quedaba el hueco de la pared y ellos escapaban tras los libros de la biblioteca que los salvaría de una muerte segura.
Los roedores decidieron asistir el miércoles de dos a cuatro de la tarde a la sala infantil El Sueño de Fanny que se fundó en el mes de marzo del año 2013, con la idea de reunir a los niños alrededor de la lectura de cuentos infantiles en la Biblioteca Pública Ezequiel Zamora. Allí la encontraron trabajando con quince niños. Alegres dibujaban y leían cuentos, jugando en todas las mesas de la Sala Infantil.
Amable, ella los escuchó con paciencia cuando le contaron que su gato quería comérselos. No podían evitarlo porque era grande y fuerte, aunque no tan ágil y rápido como ellos. Les sugirió entonces llevarse una Caja Viajera donde pudieran leer sobre felinos y así conocerlos y perder el miedo. Entristecidos respondieron que no sabían leer y ella les propuso enseñarles, para la vida, para emprender y lograr pequeñas y grandes victorias. Decidió motivarlos y enfrentarlos con sus miedos.
Entusiasmados se fueron a su ratonera sin hacer ruido para evitar despertar al gato y planificaron estrategias para defenderse del felino. Consultaron los libros de la Caja Viajera, observaron el cojín del gato aterrador, buscaron dibujos de gatitos buenos y ratones felices que cabían en la misma casa sin peleas ni maltratos. Hicieron planos de la casa del árbol donde poderse subir para que el gato no los alcanzara y buscaron anuncios de una gatita buena para enamorar al gato aterrador que no conocía el amor ni los abrazos ni la bondad.
Al día siguiente Fanny los recibió con un abrazo, prometió enseñarles en forma dinámica con lecturas espontáneas... Deseaba acercar al gato y los ratones enseñándoles valores como la amistad, la confianza y tolerancia con un acercamiento familiar. Planeaba enviarlos juntos a la escuela y dirigir sus juegos con la ludoterapia que no les dejaría pelear más.
Buscó el abecedario guardado en el alfabeto de la lectura integral y tocando con sus dedos los bigotes de los ratoncitos armó y juntó las letras y la G escuchó sus temores, la A se acercó a consolarlos, la T les ofreció su apoyo y la O les dió un abrazo... Ellos se sintieron queridos y aceptados por la música, ajedrez y actividades recreativas que vivían dando alegría a los niños que iban a la Sala Infantil.
Cuando Fanny llegó a su casa, tomó al gato en sus brazos, lo alentó a conversar sobre el amor y comprensión entre animales y seres humanos...Habló de los ratones miedosos y su ataque diario contra ellos y él, sorprendido, le contó que no quería dañarlos, corría tras ellos para jugar y no para matarlos. Se sentía solo mientras ella trabajaba y los buscaba para compartir con ellos y no para comérselos. Metía sus garras en el agujero de la pared donde vivían para llamarlos y no para atraparlos.
Entonces los reunió sobre el escritorio de su biblioteca, los cuatro se dieron las manos y garras ya sin miedo, aprendieron el juego del gato y el ratón en el Plan Vacacional de la Biblioteca Pública y salieron a recorrer los sitios hermosos de la ciudad de Villa de Cura, unidos por su hermosa amistad.
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24-05-2015
RATONCITOS DE BIBLIOTECA
Por: Carmen Muñoz de Gonzalez
- Niños y niñas
sedientos de saber
acuden en la tarde de cada miércoles
al Aula de Lectura de la Biblioteca Pública
donde son acobijados en su recinto
por las manos maravillosas de Fanny
quien los transporta en un viaje imaginario
al mundo de los libros.
- Con sueños irrepetibles del mágico conocimiento
entre cuentos, fábulas,leyendas, historias
míticas de personajes valerosos
que alzaban su espada para defender
a la princesa del dragón
o del rufián que cargaría su bolso
o de las batallas por la libertad del país
o aún más por las de nuestras ideas.
Se desplazan con sigilo como ratoncitos
apresurados a devorar ¡No el quesito!
sino las negras letras de los libritos.
Jugando su imaginación con cada lectura.
Creando, formando, construyendo con todo
su alrededor.
- Niños y niñas que están llenos de
alegría, amor sincero, de ternura,
de sueños, de esperanzas.
- Niños y niñas de mi Patria
formados hoy para construir
un fortalecedor mañana
y tener alas para volar,
para desprenderse del seno materno
y forjar su propio futuro.
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